Los graves varapalos sufridos por la banca en forma de sentencias venidas desde los altos tribunales, tanto nacionales como comunitarios, tienen ya una gran repercusión económica en las entidades financieras.
Según Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, los litigios vinculados a los bancos, como las cláusulas suelo, han tenido un coste estimado de “más de 2.200 millones de euros” hasta junio de este año para el sector bancario español. Cifra que ascenderá de manera considerable pues existen otros procesos legales relevantes pendientes de resolución, además de encontrarse todavía en fase de iniciación la llamada “era revolving”, de la que ya hemos hablado con anterioridad en este muro.
Los juzgados especializados en cláusulas abusivas, han notificado prácticamente un 100% de sentencias favorables al consumidor desde su puesta en marcha el 1 de junio de 2017. Todo esto choca con las previsiones que las entidades financieras habían realizado ese mismo año, ya que afirmaban que el impacto de estas reclamaciones por cláusulas abusivas sería menor además de, en el caso de las suelo, no ser siempre reclamables.
Pero no solo desde el Banco de España llegan las quejas. Frankfurt ha vuelto a “llamar la atención” a la banca con la publicación del informe de estabilidad financiera del Banco Central Europeo (BCE), destacando el impacto en los resultados de las malas prácticas bancarias.
En concreto, la institución presidida por Christine Lagarde, calcula que en la última década, las multas y litigios han restado 350.000 millones al capital de la banca mundial. En el caso de las entidades europeas, el BCE señala que siete de los principales bancos de la zona euro tuvieron que asumir costes relacionados con malas prácticas en ese periodo y que esta situación ha afectado a la rentabilidad del sector, a su valoración en bolsa, y que ha actuado como un factor negativo para que elevaran su solvencia.
Todo esto no hace más que demostrar, una vez más, que el consumidor asumía gastos o realizaba pagos que eran competencia exclusiva de las entidades financieras debido a la mala praxis llevada a cabo por éstas, ya fuese en concepto de intereses con la aplicación de la “cláusula suelo”, el pago de los gastos de formalización de hipoteca o de los intereses de las tarjetas “revolving”, lo que al final ha provocado que el consumidor reclame esas cantidades indebidamente abonadas sin ningún tipo de riesgo.
En dP Abogados llevamos años reclamando este tipo de procedimientos con resultados 100% favorables para nuestros clientes sin ningún tipo de coste para éstos. Riesgo cero a coste cero.
Yago Iglesias
dP Abogados Consultores