Los microcréditos tienen cuantías que normalmente rondan entre los trescientos y seis mil euros suelen concederse sin filtro financiero alguno. Esto impide acreditar la capacidad de pago, y suelen solicitarse por aquellas personas más necesitadas económicamente para poder llegar a fin de mes.
Los microcréditos en sí mismos, no son ilegales, y pueden resultar una herramienta financiera de gran utilidad. Ello siempre que las entidades que los ofrecen, no imponen condiciones abusivas en aprovechamiento de las necesidades de los clientes que los solicitan. Aun que no sean ilegales en sí mismos en dP abogados conseguimos la nulidad en el 100% de los suscritos por nuestros clientes. Xaime da Pena CEO de dP abogados refiere "no se salva ninguna entidad, todos los microcréditos son nulos o tienen alguna cláusula abusiva.
Un crédito rápido que contiene intereses remuneratorios abusivos no generará la obligación al pago. El consumidor deberá entregar únicamente la cantidad principal prestada.
Para saber si estos intereses pueden ser declarados como usura y nulos de pleno derecho, tendremos que remitirnos a la Ley de 23 de julio de 1908 sobre nulidad de los contratos de préstamos usurarios. Esta ley se conoce como la Ley de Represión de la Usura o la Ley Azcárate, donde se establece que:
“Será nulo todo contrato de préstamo en que se estipule un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso o en condiciones tales que resulte aquél leonino, habiendo motivos para estimar que ha sido aceptado por el prestatario a causa de su situación angustiosa, de su inexperiencia o de lo limitado de sus facultades mentales.
Será igualmente nulo el contrato en que se suponga recibida mayor cantidad que la verdaderamente entregada, cualesquiera que sean su entidad y circunstancias. Será también nula la renuncia del fuero propio, dentro de la población, hecha por el deudor en esta clase de contratos.”
En dP abogados lo que aconsejamos es evitar la suscripción de estos contratos, y una vez formalizados acudir a un profesional para pedir cuanto antes la nulidad del mismo.