Los gastos de hipoteca suponían, aproximadamente, un 20% del valor del préstamo. Esto representaba un gran desembolso para el hipotecado, que tenía que abonar los gastos de la hipoteca más el 10% de los de la compraventa más lo restante del préstamo (si no conseguía el 100%).
Tras muchos años, el Tribunal Supremo declaró que parte de estos gastos tendría que hacerse cargo la entidad financiera. Esto quedó reflejado, como veremos más adelante, en la Nueva Ley Hipotecaria. Pero no nos anticipemos, empecemos, por lo principal, ¿cuáles eran los gastos de hipoteca?
Los honorarios del notario suelen rondar el 0,3-0,5% del valor del préstamo. Los aranceles están establecidos por ley, solo pueden ofrecer un máximo de un 10% de descuento por sus servicios.
El coste suele rondar entre los 200-400€, dependerá de la gestoría.
Es necesario registrar la propiedad que cuesta entre un 0,1-0,3% del préstamo, este trámite lo gestiona la misma gestoría.
Esta comisión se paga al firmar el préstamo y cuesta entre 0,25-3%, dependerá de la entidad. Pero hay que destacar que el TJUE dictaminó que salvo que se pueda justificar la comisión por gastos que, se considerará abusiva y la entidad no puede cobrarlo.
Es uno de los primeros gastos que hay que asumir antes de conseguir el préstamo hipotecario. El banco lo solicitará para saber el valor del inmueble y de esta manera prestarte el dinero corrrespondiente. La visita del técnico y el informe ronda los 350€.
La nota simple es un documento informativo en el que aparecen los datos de la vivienda. Esta nota simple debe solicitarse en el Registro de la propiedad y hay que presentarlo a la entidad financiera al realizar la solicitud del préstamo. El coste varía en función de dónde y cómo la pidas, aunque puede oscilar entre los 3 € y los 10 €.